Los Notarios Públicos son abogados especializados investidos de fe pública por el Estado. Su intervención en los diversos actos jurídicos que se otorgan ante ellos es garantía de seguridad jurídica para las partes que en ellos intervienen. En todo momento el Notario Público actúa como un asesor jurídico de las partes que ante él comparecen.
Un Notario Público interviene en una gran cantidad de actos jurídicos, tales como: testamentos, poderes, compraventas y otras operaciones inmobiliarias, constitución de sociedades, protocolización de documentos, certificación de copias, etc.
Si tiene alguna duda sobre el otorgamiento de alguna escritura pública o bien requiere de información al respecto contáctenos a través de esta página.
El Notario es un Profesionista que ejerce su Oficio en el campo del Derecho con muchísima especialización, lo que requiere de preparación, dedicación, e inteligencia. Es un investigador incansable ya que el Derecho se transforma constantemente, en algunas ocasiones hasta dos veces al año, como en el caso de las Leyes Fiscales.
Ser Notario no es solo ser Profesional, sino ser un hombre que actúa en del Derecho con calidad, honorabilidad e integridad en constante búsqueda de la Seguridad jurídica.
El Fedatario Público es un hombre profundamente conocedor de los problemas sociales, económicos, académicos, políticos, etc. de la comunidad en la cual presta sus servicios. Además tiene ideales que como a otros hombres le permiten tratar de transformar los aspectos negativos de esa realidad en la que se desenvuelve.
El escribano Público debe ser un hombre de elevados principios. Generoso y positivo, de buen carácter, de un buen corazón, y con paciencia para escuchar a sus clientes, y amabilidad para explicar los aspectos legales de los problemas.
En lo más profundo de su intelecto, el Notario lleva cimentado los principios de las mas austera ética profesional, la que practica con honestidad, porque está convencido de que su existencia no tiene razón de ser, si no es empapándola de espíritu,
Sabe que su honestidad no es una pieza de Museo, sino que es viva, diaria, activa, siempre aunada a la resolución del problema; es una honestidad de servicio, una honestidad práctica.
El Notario como miembro activo de la sociedad, ha ayudado y ayuda diariamente a darle seguridad a los actos que ante él se celebran.
Su actividad está impregnada de un constante ideal de servicio para con sus semejantes, para la comunidad, para el Gobierno. Ese ideal de servicio mueve sus actuaciones. Es Notario de Servicio.
Sin embargo, sin descuidar su actividad fundamental, que es dar fé de los actos, dar seguridad jurídica, ser profesional y artesano del Derecho, el Notario actúa también como Profesor, Articulista, Funcionario Público, Promotor Social, etc. El Notario no se circunscribe a una vida dedicada a su actividad profesional, sino que la combina con otras facetas, para integrar una personalidad multidisciplinaria.